Pues a mi me gusta el champagne…y el tren

Burbuja tras burbuja no dejamos de abrir botellas ¿será que nos gusta el ¡pum! cuando salta el tapón?

Viajeros al tren!

Todos nos subimos al tren, aunque no tengamos billete, aunque nos coja con el pie cambiado, aunque nos sintamos más cómodos en otros entornos, aún cuando no creamos en ese tren ¿por qué no? : muchos van dentro, seguro que llegan a algún lado o, por lo menos, mientras que se llega a veces a ninguna parte si otros suben no seré yo el que se quede despidiendo a los viajeros.

Y comienzan los codazos. Porque no cabemos. Y bizantinas discusiones acerca de quién es el más adecuado para viajar en ese tren: el que llegó antes, el que tiene determinada preparación o el más astuto…unos emplean el tiempo discutiendo otros avanzan sin descanso.

Recorrido

Lograr tus sueños. Fotografía de M. Lara

Como siempre, el más adecuado es el más sostenible, el que no se baja en la primera estación, ni en la otra ni en la siguiente. El que si el tren da bandazos sabe cómo lograr estabilidad. Quien se adapta a ese pequeño espacio pero tiene recorrido. El que cuando el tren está obsoleto y el trayecto es conocido innova en una u otra forma, incluso con nuevas aportaciones en la copia. Aquél que sabe que comprender el concepto no está reñido con el aprendizaje continuado, porque tren y viaje también cambian.  Definitivamente el que es capaz de aportar algo diferente entre la masa de pasajeros y sabe adaptarse a los cambios de rumbo y a los vaivenes del viaje, el que no se rinde.

Yo me bajo en la próxima ¿y usted?

En las estaciones hay quienes animan a subir y no perder ese tren y también observadores que pronostican el descarrilamiento por exceso de pasajeros. Todos rentabilizan sus opiniones. ¿Te bajas en ésta o en la próxima? Este tren, como otros, es para muchos de largo recorrido, aunque quizás debas hacer transbordo para seguir rodando. Alcanzarán la meta los supervivientes, los que han aprendido a adaptarse a las nuevas situaciones e imprevistos, aquellos que hacen del camino un aprendizaje continuado y que   aprovechan los errores para establecer correcciones y mejoras.

Fin del trayecto

En el viaje se han bajado muchos entusiastas e incautos pasajeros. Los que llegan a término   deben comenzar viaje de nuevo o … ¿quizás pensaban que el tren era un fin en si mismo?

Las burbujas empiezan a deshacerse en cuanto descorchas, desaparecen antes las más artificiales y otras son tan persistentes que aún están ahí cuando ya nos aburrimos de ese champagne y lo abandonamos para tomar con idéntico entusiasmo otra botella más fría.

Pero a mi me gusta el champagne y el tren. Y sobre todo el viaje.

2 comentarios

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2 Respuestas a “Pues a mi me gusta el champagne…y el tren

  1. fernandezdelcampo

    A mí me encantan los trenes, el cava (que es más asequible, y tan bueno o más, que el champagne), pero… a mí me da la impresión de que voy corriendo por la vía, tras el tren, y descalzo. Siempre con la lengua fuera, y más pobre que las ratas.

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